domingo, 28 de noviembre de 2010

Adiós papá...

Sigues aquí

En lágrimas brotadas, hoy te asomas a gotas
ahora es el despertar, el que trae las pesadillas
La mujer de tu vida y tu hija, tristes y rotas,
maldicen al vil ladrón que os sorprendió a hurtadillas.
Los recuerdos como pequeñas grandes derrotas
ensartan el corazón con crueles banderillas.
Se anuda la garganta con vivencias remotas.
Aún hallarte no saben en las cosas sencillas.
El tiempo fluirá curativo, secará el llanto
las noches serán dulces, vuestro refugio el sueño.
Ya no serás uno, ni nada...llegarás a ser más.
Se equivoca restando el verdugo en su quebranto,
porque de su vida entera seguirás siendo el dueño.
Sabrán que te has ido, pero también que aquí estás.

Déborah Villanueva
29/10/2010